lunes, 21 de mayo de 2012

Tradiciones y costumbres

En la esquina de la calle 7 con carrera en Colón, se inició en el año 1988 la quema del año viejo, que entre tantos se ha convertido en el más popular de esta población. Todo comenzó como un ocio, un poco de creatividad, voluntad y colaboracion fueron sufuciente para que unos jovenes, Enrique Chacón, Carlos Alfonso Chacón, Javier Chacón y Jhon Fajardo tuvieron la idea de elaborar un año viejo inicialmente de forma tradicional y artesanal, es decir, de aserrín , madera y algunos ropajes viejos.
Luego, para incursionar en lo novedoso empezaron a personificar figuras públicas o de la palestra polític y más tarde  incluyeron en las creaciones a militares, artistas y deportistas, comprobando de esta forma la aceptación de los pobladores y demostrando que la realización de estas figuras correspondía unicamente a rendir homenaje al personaje seleccionado. Desde entonces (2006 aproximadamente) el año viejo de la calle 7, empezó a cambiar de tamaño, y de peso, pues ya su estructura no era de madera, esta vez su armazón se hizo metálica y desarmable, con un tamaño mayor a 2 metros, lo que por supuesto, lejos de generar ganancias,  demandó mas gastos para sus creadores, quienes no vacilaron en ningún momento desertar de la idea de seguir imaginando y creando lo que para la población se ha convertido en el “Mejor año viejo del Táchira”.

       

Actualmente, con la aceptación y la colaboración de la comunidad los años viejos han llegado a medir mas de 3 metros y ½ , encarnando a figuras deportivas que van desde el lanzador venezolano Johan Santana, ganador del Premio Cy Young en dos oportunidades; Omar Vizquel, el mejor campocorto defensivo de la historia del béisbol, Kid Rodríguez, el futbolista Diego Forlán; hasta  el desaparecido cantante  estadounidense Michael Jackson. Y debido a la gran afluencia de personas que asistián y asisten para ver arder a las  celebridades, los organizadores cambiaron de lugar al protagonista del fin de año y desde entonces está siendo quemado en las inmediaciones del estadio de beísbol del municipio.


                         



Cada 31 de diciembre las comunidades de las distintas poblaciones del estado Táchira celebran su tradicional quema del “año viejo”, que consiste en quemar un muñeco que representa los hechos más significativos del año que finaliza. Tradicionalmente se quemaba lo malo como símbolo de que con el nuevo año se dejaba atrás, no obstante, con el paso de los años el ingenio y humor del colonense fue adaptando la costumbre, pasando a representar sencillamente personajes o hechos que marcaron el año que finaliza. La figura se llena de pólvora que arde con las 12 campanadas como anuncio de la llegada de un nuevo año. Cada barrio o urbanización fabrica su muñeco, una vez que el monigote está fabricado los vecinos lo colocan en una esquina o lugar estratégico donde piden colaboración a quienes pasan para comprar los fuegos artificiales con los que lo llenarán.
El periodo que paso Tomas Rincon visitó a la ciudad de San Juan de Colón para ver personalmente el año viejo hecho en su honor, homenaje que se le hace por iniciativa a este tachirense al ser el jugador más destacado de la copa América Argentina 2011. Impresionado por tan parecido monumento, agradeció dando unas cortas palabras deseando un prospero año nuevo y felicidad para los pobladores, a pesar de las dificultades para llegar, este valioso jugador repartió autógrafos y obsequió regalos a la fanaticada colonense, quienes se mostraron emocionados y satisfechos a pesar de que muchos desconocían su visita a la Ciudad de Las Palmeras, después de una sesión fotográfica con el gigante año viejo y con el equipo que trabajó arduamente para su elaboración se despide de su corta visita dirigiéndose hacia la ciudad de San Cristóbal para cumplir con sus compromisos familiares de fin de año.
 

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